A todas nos ha pasado que al terminar de maquillarnos todo queda perfecto, amamos el resultado y nos sentimos listas para tener los reflectores y la cámara encima todo el día, pero cuando menos lo esperamos, todo el color de nuestro delineador ha cubierto el ojo, arruinando el maquillaje. Por eso, toma nota de estos trucos para evitar que se vuelva a correr:
– Evita los delineadores blandos.
Quizás los encuentres más baratos en la tienda o donde los compres, pero esto no asegurarán su permanencia o que pinten bien. Lo mejor es elegir marcas conocidas y/o consultar con tus amigas para que te compartan sus experiencias. Recuerda elegir el que mejor vaya con tu tipo de piel.
– El corrector es tu amigo.
Aplícalo justo debajo de la línea, muy cerca de la base de tus pestañas, servirá como barrera, evitando que tu maquillaje no se corra.
– La sombra, tu mejor aliado.
Después de aplicar tu delineador, es importante que con una brocha delgada apliques un poco de sombra del mismo tono, esto es para sellar tu línea y hacer que dure más tiempo el color en su lugar.
– ¡Primer!
Esta cremita te ayudará a fijar el color, además de servir como barrera para no pigmentar tu piel.
Recuerda que para que dure más ¡no tienes que tocarte los ojos! A veces nos la pasamos tallándolos todo el tiempo, y pues sí, terminamos como pandas, con todo el delineador embarrado, ¿a poco no has visto a tu mejor amiga salir así del baño en el antro? o acéptalo, ¡tú has sido esa amiga!
Cuéntanos si has sido el panda de la fiesta y si este tip te funcionó.