Seguro te ha pasado que cuando estás en plena rutina, sacando la última repetición de tu serie quizás, sientes una fuerte necesidad de bostezar, y para nada es sinónimo de que estés aburrida, pues estás en constante movimiento, además de que te gusta realizar ejercicio, pero entonces ¿qué está pasando? ¿Por qué ocurre esto?
Existen dos teorías sobre los bostezos y su función en el cuerpo. Una de ellas, dada a conocer por un estudio del doctor Adrew Gallup, investigador del Instituto Politécnico SUNY en Nueva York, dice que cuando el cuerpo se encuentra estresado o ansioso eleva su temperatura corporal, así como la del cerebro y al bostezar inhala aire frío que llega a los vasos sanguíneos para regular la temperatura de todo el cuerpo y el cerebro esté más fresco.
La segunda teoría es que el cuerpo utiliza los bostezos para obtener más oxígeno y los músculos se puedan recuperar y trabajar mejor. Cuando se oxigena todo el cuerpo, también ayuda a estar más alerta y con más energía, por lo que podremos esforzarnos más para terminar nuestra rutina, además de ¡quemar más calorías!
Ambas teorías demuestran que bostezar mientras nos ejercitamos es algo bueno y natural. De hecho, varios artistas olímpicos lo hacen antes de una competencia importante, es una forma de estar alerta y relajados para poder tener un mejor desempeño. Ahora ya sabes, no importa si se te escapa uno que otro bostezo durante el entrenamiento, hasta puedes eliminar más rápido esos kilitos de más.
¿Cuántas veces bostezas mientras te ejercitas?