Cuando hacemos ejercicio es importante encontrar una motivación, el porqué le estamos dedicando una parte de nuestro tiempo a ello, pero también requerimos de una dosis de disciplina, ya que al no tenerla podemos desistir en cualquier momento. Sin embargo, ésta última es la que tiene mayor peso.
De acuerdo con el escritor Zbynek Dran, la disciplina es una importante fuente de éxito, ya que ésta controla la mezcla de los sentimientos y el ánimo para darle lugar a los beneficios importantes. Es decir, si un día el clima no te motiva a salir a correr, seguro optarás por quedarte en casa sin importar el objetivo que tienes -disminuir tiempo, bajar de peso, aumentar resistencia, etc.- pero, si eres una persona bastante disciplinada, eso no será excusa para dejar de entrenar.
La función principal de disciplina, es llevarte a hacer las cosas en el momento que se tienen que hacer y de la forma en la que deben quedar, sin necesidad de sentir “ganas” de hacerlo. La clave está en ser constante y no dejarse dominar por los sentimientos, emociones que en muchas ocasiones se convierten en pretextos.
Para convertirte en una mujer disciplinada, tanto en el ejercicio como en todos los aspectos de la vida, es necesario empezar con un cambio -aunque sea mínimo- para convertirlo en un hábito y, posteriormente, en una disciplina. Recuerda que debes estar enfocada a los resultados -la gran meta- y tener mucha paciencia, cada una de las acciones que realices pueden llevarte -o alejarte- del objetivo, ¡tu decides!
¿Para ti, qué es más importante?