Algo que se la gente erróneamente cree en las redes sociales es que cuando una persona quiere alcanzar una meta o cumplir un objetivo sea un comportamiento obsesivo.
Si alguien quiere sentirse más fuerte, más sana, más enérgica o simplemente mejorar su estado físico, y toma un camino saludable y equilibrado, como alimentarse adecuadamente sin pasar hambre, sin restricciones y realizando el ejercicio adecuado para su objetivo (entrenando el tiempo que necesita y sin hacerlo hasta quedar totalmente extenuada), nadie tiene porque llamarla “obsesiva”.
La palabra obsesión significa: “perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él”.
La palabra “obsesión” es muy fuerte para usarse tan fácilmente como muchos la usan. Tener metas que son alcanzables no es una obsesión si los medios que se utilizan para alcanzarlas son lógicos y saludables.
Llevado a otro plano, ¿si una persona se quiere titular de la universidad y se esfuerza por cumplir su meta, haciendo lo necesario por conseguirlo, pero sin estudiar de más ni dejando de lado a sus seres queridos, es obsesiva? ¡Por supuesto que no!
Querer superarse está en la esencia del ser humano, ¡dónde hay que prestar atención es en los medios para lograrlo!
¿Qué esperar para lograr un equilibrio?