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¿Cómo lograr que funcione una relación amorosa en la oficina?

 

¿Cómo lograr que funcione una relación amorosa en la oficina?

 

Pasar un tiempo considerable con un compañero de trabajo puede hacer que el amor, naturalmente, florezca. Es por eso que las relaciones dentro del trabajo se han vuelto muy comunes, pero también suelen ser peligrosas, ya que pueden existir malos entendidos o acciones que perjudiquen nuestro desempeño laboral, asimismo, se puede crear una competencia insana con la pareja, o con los compañeros. 

Es importante que antes de iniciar una relación revises las políticas de la empresa, incluso, es prudente que preguntes a alguien de recursos humanos o de confianza si está permitido mantener una relación amorosa dentro del trabajo. Si no te atreves o quieres correr el riesgo, entonces considera lo siguiente:

Mantén tu relación privada
Ten cuidado con quien compartes el “secretito”, no se demuestren tanto amor en los lugares comunes, puede ser incómodo para las otras personas. Además, si no están permitidas las relaciones dentro de tu lugar de trabajo, ambos corren el riesgo de que los despidan. 

Entradas y salidas
Si llegan o se van juntos, traten de salir y entrar a horas diferentes, así sea por 10 o 20 minutos de diferencia es mejor, de lo contrario, empezarán a levantar sospechas. 

Nada en redes sociales
Si deciden irse de viaje y piden vacaciones juntos, no den muchas explicaciones del destino. Eviten subir fotos juntos a las redes sociales, así podrán evitar uno o más problemas. 

Sean honestos
Si ya llevan rato saliendo, entonces es importante y necesario que se lo comuniquen a su supervisor o jefe, siempre dejando claro que su relación no ha perjudicando su desempeño en la empresa, ni lo será. 

Es verdad que los tiempos han cambiado y cada vez existen una mayor apertura a las relaciones dentro de una empresa, sin embargo, es importante considerar todos los aspectos que pudieran afectar nuestro desempeño laboral para evitarlos, o de lo contrario, podríamos salir muy perjudicadas. ¿Te imagines que en un arranque de celos te arme todo un numerito en el trabajo? 

¡Qué horror, qué pena! Mejor, evitarlo. 

 

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