Para muchas, tener relaciones con nuestra pareja es sinónimo de una relación estable, es decir, buscamos tener una conexión mucho más grande con la persona con la que salimos. También es reafirmar los sentimientos que tenemos, un momento de felicidad y complicidad.
Sin embargo, es más que necesario puntualizar que en varias ocasiones -si no es que en todas- el sexo no es sinónimo de amor, es cierto que se complementan, pero si lo vemos desde un punto de vista más frío y carnal, mantener relaciones es satisfacer el deseo carnal del instinto animal, la necesidad de procreación.
Los que hace que en ocasiones se confunda el sexo con el amor es que en el primero también existen muestras emocionales como besos, caricias, palabras, abrazos; todo lo que nos hace sentir bien, “enamoradas” y pensamos que la otra persona se siente igual o con el tiempo lo va a hacer hasta darse cuenta que sólo quiere estar con nosotras.
Lo doloroso, cruel y confuso es cuando vemos que no, en realidad no quiere nada más que sexo, pero seguimos enganchadas a la ilusión. Y es que para ellos puede ser sólo una forma placentera de liberarse, de sentirse cómodos, satisfacer sus necesidades físicas, lo cual para nada está mal siempre y cuando se tengan de común acuerdo y no se engañe a una de las partes.
Es importante recordar y enfatizar que el sexo es algo natural, para nada se debe reprimir ni condicionar, cada quien es libre de decidir con quién quiere intimar y con quien no, siempre que ambas partes estén de acuerdo y no se lastime la integridad física y moral de cada persona. Finalmente, ¡no olvides cuidarte!
¿Podrías tener sexo sin amor? ¿Cómo manejarías la situación?